miércoles, 10 de diciembre de 2014

Las madres.

Hola buenas noches y feliz navidad.

Debido al revuelo que causó ayer mi primera entrada del blog en la cual afirmé que estamos en un país de catetos, continuaré crispando vuestras mentes con mi lengua viperina (cosa que me encanta) pero no será hoy, lo dejamos para otro día. (Cuando esté preparada para comentar las declaraciones del sacerdote de Granada sobre su semen curativo y purificador de almas...).

Cambiando de tema... ¿Vosotros jugáis con vuestras madres a adivinar palabras? Yo sí. Mi madre se las inventa y yo las adivino. Tiene una capacidad para inventar palabras que ni Cañita Brava en sus mejores años. Pero lo que mejor se le da es cambiar palabras por pronombres demostrativos de lugar, por ejemplo "ese", "eso", "esa". Aquí os muestro un ejemplo:

-María, tráeme el ese que está ahí donde el eso de la cocina.
-Vale.....Mamá, ¿el ese tiene pelo?  ¿se puede comer?
-¡Que sí leches! 'El ese que te compré el otro día donde eso!
- ¿Se reproduce por esporas?
- ...

Y así nos podemos tirar todo el día, es muy divertido!! Es como tener el juego del "Un, dos, tres responda otra vez" en casa. Aunque por whatsApp es mucho más entretenido, porque directamente se las inventa y tu intentas traducirlo todo al castellano, como cuando hablaba la Duquesa de Alba (QEPD), eso si que es difícil de pelotas, no tanto como el élfico, pero se dan la mano.

En fin, que ahora me estoy sacando en mis ratos libres el Grado de Traducción e Interpretación de madres. Por hacer algo, el caso es ser una persona culta... parada, pero culta. Y nada, me apetecía contároslo.

¡Vivan las madres!

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